Introducción:
Detectar el autismo en etapas tempranas puede marcar una diferencia enorme en el desarrollo y calidad de vida de un niño. Muchos padres notan señales sutiles desde el primer año de vida, pero no siempre saben interpretarlas como signos de autismo. Esta guía fue diseñada para ayudarte a identificar los principales indicadores tempranos del trastorno del espectro autista (TEA) en niños pequeños. Detectarlo a tiempo puede cambiar radicalmente el futuro del niño. Recordá: si tenés dudas, consultar a tiempo es siempre mejor que esperar.
¿Qué es el autismo y por qué detectarlo temprano es clave?
El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta la manera en que una persona se comunica, se relaciona y experimenta el mundo. Como su nombre lo indica, se manifiesta de diferentes formas y niveles de intensidad. La detección temprana permite acceder a intervenciones específicas en los primeros años de vida, una etapa clave para el desarrollo cerebral. Cuanto antes se actúe, más oportunidades habrá de que el niño mejore sus habilidades sociales, de comunicación y aprendizaje.
10 signos tempranos del autismo en niños pequeños
No responde a su nombre a los 12 meses
Puede parecer que el niño no escucha, pero en realidad no reacciona a su nombre con constancia.
Evita el contacto visual
Desde bebés, los niños con autismo pueden evitar mirar a los ojos, incluso de sus padres.
Retrasos en el habla
No balbucea, no señala, ni dice palabras sencillas a la edad esperada.
No señala ni muestra cosas de interés
Por ejemplo, no apunta a un avión o a un perro para compartir interés con el adulto.
Poca expresión facial o gestual
No sonríe en respuesta a otras personas, ni hace gestos comunes como decir adiós.
Dificultad para jugar con otros niños
Prefiere estar solo, no imita juegos ni participa en juegos compartidos.
Comportamientos repetitivos
Se balancea, alinea objetos, gira sobre sí mismo o aletea las manos.
Reacciones inusuales a sonidos, texturas o luces
Se molesta mucho por ciertos ruidos o evita tocar determinadas superficies.
Fijación con rutinas
Puede angustiarse si cambian los horarios, caminos o formas de hacer las cosas.
Poca respuesta emocional
No muestra alegría ante situaciones típicamente placenteras o no parece consolarse fácilmente.
¿Qué hacer si reconozco estos signos en mi hijo?
Si notás dos o más de estos signos, lo mejor es consultar al pediatra cuanto antes. No minimices tus observaciones: los padres conocen mejor que nadie a sus hijos. Podés pedir una derivación a un equipo interdisciplinario que incluya psicólogo, neurólogo, terapeuta ocupacional y fonoaudiólogo. Cuanto antes se realice una evaluación formal, antes podrán comenzar las intervenciones necesarias.
Errores comunes que cometen los padres
- Pensar que es solo una etapa o que el niño "ya va a hablar".
- Compararlo con hermanos mayores y asumir que todos se desarrollan igual.
- Esperar demasiado antes de consultar.
- Confiar únicamente en la opinión de amigos o familiares sin buscar orientación profesional.

Conclusión y próximo paso recomendado
Identificar estos signos no significa tener un diagnóstico, pero sí permite dar el primer paso hacia una detección temprana. Consultar a tiempo puede mejorar enormemente el pronóstico.
Si este artículo te resultó útil, te invitamos a descargar nuestra guía gratuita con información detallada para padres que acaban de recibir un diagnóstico de autismo.